La Posturología es una ciencia de la salud que estudia el sistema tónico postural y las estrategias de equilibrio del cuerpo, relaciona la postura de la persona con las entradas de información al Sistema Nervioso Central (SNC) a través de los captores sensoriales, estableciendo la hoja de ruta a seguir para salir de estados dolorosos crónicos. Las entradas de información que se valoran son ojo, pie, boca, sistema vestibular, vísceras y cicatrices. También se tiene en cuenta si la persona tiene sus reflejos primitivos integrados.
¿En qué consiste el tratamiento de posturología
- ¿es asimétrico el tono de la persona?
- ¿esa asimetría está relacionada con alguna información de origen plantar, bucal, ocular, laberíntica, visceral o cicatrizal? ¿a qué nivel se encuentra el captor perjudicado?
- ¿Tiene sus reflejos primitivos integrados?
A partir de la respuesta a los tests diseñamos la hoja ruta. En ocasiones deberemos derivar a otros especialistas para que nos ayuden en el trabajo, ya que la persona podría necesitar una plantillas posturales, una revisión desde la optometria comportamental, una terapia visceral…En cualquier caso, dependerá de cada persona y los captores sensoriales que estén afectando a su posición bípeda.
Cuando no es necesario derivar, comenzaremos a trabajar con la persona a través de movimientos sencillos, pequeñas presiones isométricas en distintas partes del cuerpo y estiramientos de las cadenas musculares. Todo ello va ayudar a corregir la información que llega al SNC a través de los distintos captores sensoriales. Revisaremos también algunos hábitos cómo caminar, sentarse, dormir, estar de pie o sentado, dando unas guías sencillas que ayudarán a consolidar los cambios.
Cuando la persona termina su programa es necesario que integre su nuevo esquema corporal a través del movimiento global y funcional. La mejor forma para nosotras es a través de la Técnica Sincronía.
¿Quién puede necesitar una revisión posturológica?
- Personas con dolores crónicos de espalda, trastornos del equilibrio, trastornos osteoarticulares, mareos, cefaleas, vértigos... en los que los tratamientos convencionales han fracasado.
- Adultos o niños con dislexia, problemas de aprendizaje, atención/concentración o lectoescritura.
- También podemos sospechar que existe un trastorno postural en niños con cierto estrabismo, pies convergentes o divergentes o que caminan de puntillas.